El caso del Benfica ha sido tan peculiar como sombrío. Quizás porque el partido coincidía con el Barcelona-Atlético. Quizás porque era la eliminatoria a priori más desigual. Quién hubiera apostado por una goleada del Bayern se hubiera frotado las manos con el gol de Vidal. Dos minutos de partido y los bávaros ya están por delante en el marcador. Pero hasta ahí. El Bayern no consiguió batir a Eduardo y sorprendió que los portugueses inquietaran a Manuel Neuer. Por un momento, los de Guardiola recordaron al de la primera mitad contra la Juventus. 1-0 y la vuelta en el Estádio da Luz. Y que el que tenga ojos, que lea. La última vez que el Bayern jugó en Portugal, perdió contra el Porto por un claro. Y no, eso no ocurrió el siglo pasado, sino hace apenas un año.
¿El Bayern sigue siendo favorito? Sin duda alguna ¿Los de Guardiola pueden finiquitar la eliminatoria con una sola jugada? Por supuesto. El Benfica no podrá contar con su delantero estrella, Jonas. Pero no por ello dejan de ser peligrosos los encarnados. En Lisboa sonarán los tambores de guerra en lo que será el partido del año. Mitroglou ya está en su mejor temporada goleadora de su carrera, Raúl Jiménez cumple siempre que entra y los Gaitán, Renato Sanches y compañía saben que están ante su gran oportunidad. Mucho ojo que David puede vencer a Goliat.
La reincidencia será la clave. Si el Benfica da la campanada, si el Wolfsburgo aguanta 90 minutos en el Bernabéu, ¿seguirán queriendo los grandes a las cenicientas en semifinales? Bueno no, puede que quizás no haya un solo grande entre los cuatro últimos. Manchester City, Benfica, Wolfsburgo y Atlético de Madrid. Los ingresos de más de una sociedad que me conozco caerían en picado. Pero admitidlo, en el fondo todos los queremos en semifinales (Fotografía: Jean Cattufe// Getty Images)
