Eso debieron pensar Petit y Paulo Fonseca en el partido en el que el Paços de Ferreira se impuso por la mínima al Boavista (1-0) con un tanto de Manuel José desde los once metros. El penalti, que acarreó la expulsión de Tengarrinha por roja directa, hizo que el conjunto dirigido por Petit se le hiciera cuesta arriba el partido en gran manera.
Tras una primera mitad donde faltaron ocasiones, fueron los postes en los segundos 45 minutos los que hicieron que el marcador no se moviera. En primer lugar tras una espectacular jugada colectiva del conjunto pacense en un saque de esquina, donde el balón le cayó a Diogo Rosado en el pico del área pequeña. El jugador, que estaba completamente solo, engatilló un gran remate de volea que se estrelló en el travesaño cuando los aficionados trasladados al Capital do Móvel ya cantaban el tanto.
Y tan sólo siete minutos más tarde, sería el Boavista el que diera la réplica con otro balón al poste. Zé Manuel, que había entrado en la segunda parte sustituyendo a Marek Cech, aprovechó un gran centro desde la izquierda para conectar un sensacional remate de cabeza al que nada pudo hacer António Luis. Sin embargo, el esférico decidió no entrar y finalmente golpearía el palo derecho del guardameta local.
De esta manera, el 1-0 de la primera parte no se movería, y ahora el Paços de Ferreira escala hasta la sexta posición de la tabla, aunque la podría perder en esta jornada en caso de Belenenses gane en Restelo a Estoril. Aún así, los pacenses han dado un gran paso en su lucha por acabar el campeonato liguero en puestos europeos.
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